Stella McCartney, Louis Vuitton, EgonLAB… Tantas marcas que recurren a materiales sostenibles para realizar sus colecciones. Ya se trate de la piel de hongo biodegradable Mylo, de un tinte a base de algas que captura las emisiones de Co2 o de Lyocell, una seda sostenible fabricada a partir de pulpa de madera… Descubre estas innovaciones eco-responsables que están revolucionando la moda.
Piel de hongo
En el centro de las noticias, inevitablemente habrá oído hablar del revolucionario cuero de las setas. ¿Qué aspecto tiene? Parece un cuero animal fuerte, flexible y suave. La empresa de investigación Bolt Threads, con la que Stella McCartney colabora desde hace varios años, ha dado a conocer este material de origen biológico elaborado a partir de setas veganas cultivadas en laboratorio.

Más concretamente, Mylo se crea a partir del micelio, el sistema de raíces subterráneo e infinitamente renovable de los hongos. La diseñadora Stella McCartney presentó un top y unos pantalones sin tirantes para demostrar el potencial del material. El gigante alemán adidas también ofrece su icónica Stan Smith en versión Mylo. Además, el grupo Kering (Gucci, Balenciaga, Saint Laurent) también ha firmado una asociación con Bolt Threads.
El tinte que respira
Imagina… ropa que respira. En el mundo de la ecorresponsabilidad, el centro de investigación científica Post Carbon Lab va muy lejos. Mientras que algunas iniciativas, como el reciclaje o el upcycling, son obviamente el principio de un compromiso para reducir la huella medioambiental, otras se centran más en cómo contribuir a su regeneración. Se trata de un activismo que ataca el problema en su origen. ¿Una solución? Fabricar materiales fotosintéticos o anticontaminantes, como las plantas que aspiran dióxido de carbono (Co2) y liberan oxígeno. Ropa diseñada con pigmentos microbianos a base de algas, que simplemente pueden descontaminar el medio ambiente.

La empresa, a la que no le faltan ideas brillantes, ganó un premio Kering a la sostenibilidad y ya ha establecido varias asociaciones. Un ejemplo es la ganadora del concurso ITS, Olivia Rubens, y su colección Birds of a Feather. ¿Otra colaboración que ha sido noticia? La del sello parisino EgonLAB y la marca de coches DS, que lanzó una colección textil en la que el revestimiento de algas era el rey. Se trata de prendas vivas que deben estar bien cuidadas, es decir, expuestas a la luz del sol y «rociadas» regularmente.

Fibra de eucalipto o bambú
Aunque la fibra Lyocell apareció hace unos 30 años, sólo las marcas más comprometidas con el medio ambiente se han acostumbrado a utilizar esta tecnología austriaca de la empresa Tencell. Pero un renovado interés empuja a muchas marcas a apostar por este material 100% celulósico. Como la prestigiosa Louis Vuitton, la marca de vaqueros Levi’s o el gigante del comercio electrónico Asos. Incluso los malos alumnos de la moda rápida como Zara, Mango o H&M dijeron que sí.
Esta fibra, fabricada en laboratorio a partir de pulpa de madera (eucalipto, bambú, pino) es muy suave al tacto y puede adoptar diferentes texturas. Este material no sólo no consume recursos, ya que el eucalipto no requiere un riego intensivo como el algodón y su proceso de fabricación utiliza un disolvente no tóxico. En definitiva, un tejido «milagroso» que respeta el medio ambiente y puede sustituir a la viscosa o la seda.